Por un amigo "lo que sea"

Quedaba pendiente contar lo que ocurrió la noche de San Juan, la noche más corta del año, la noche de las hogueras. Como ya os he contado antes, estuve en el chalet de un amigo y su familia por la zona de Costa Brava. La cosa no pudo empezar mejor teniendo en cuenta que me tocó la loteria de estar inspirado y que una hembra como Rachel acabara abierta de piernas para mí. La pena, fue que, ya sea por compromisos o porque, sencillamente, tanto ella como yo solo quisimos vivir una experiencia determinada, no volvimos a vernos. Sin embargo, tenía una cuenta pendiente con mi amigo, de hecho, en parte, estaba ahí por ello ya que él tiene una cuñada de esas catalogadas de con "un gran carácter" a la que sempre le dio morbo follarsela. Por perjuicios, por miedo (ah... ese gran handicap del miedo que los hombres tienen a las mujeres, sobre todo si son sus esposas o familia cercana) a que la cosa le explotara en las manos si se insinuaba a su cuñada, núnca se lanzó. Ahí entraba yo, que tengo fama de dos cosas en el curro: de follador sin escrupulos o de fantasma. No hace falta decir que lo segundo es más bien un titulo otorgado por las damas de la oficina hacia mi persona. Qué le vamos a hacer...

Pues esta era la petición de mi amigo: "Hay que conseguir que (su nombre) beba bastante en la verbena, es cuando deja a un lado su carácter de tia con dos cojones en lugar de dos ovarios". La señorita no estaba mal, podéis ver una foto de ella que le hizo él en un chiringuito el mismo sábado, claro esta que me grabó la foto con el retoque protector para evitar follones innecesarios. (Tengo que decir que mi amigo es un lector habitual de blog desde hace 4 meses) y la cosa estaba en que, intentara follarmela y luego le contara como se portaba. Al menos, el compi se podría dedicar unas cuantas pajillas imaginandoselo. Le propuse que, si me daba una camara, podía incluso intentar grabarla a lo gonzo, pero me dijo que no. Primero porque por muy borracha que acabase, no se dejaria grabar y por otro porque, si la grabación caia en manos de su esposa, podia ser una tragedia familiar en toda regla. Asi que, la consigna era clara "fóllatela y luego me cuentas".

Tengo que decir que, como buen tocacojones que soy a veces, logré follarmela, me costó lo suyo, todo hay que decirlo pero cuando salí de la habitación donde la estuve trabajando y volví a la terraza donde estaba el resto de la gente, mi amigo se quedó con la siguiente frase por mi parte: "Espera a esta semana para leerlo". Tal vez por eso la foto que me grabó me la puso con censura. Porque además de saber que sería capaz de publicarla, como al final he hecho (y seguro que a él le ha encantado) era su modo de putearme por no contarle al momento como se habia portado su cuñadita. En cierto modo me lo había buscado yo.

Dediqué todo el lunes ha hacerme el atento y simpático con la cuñada pero no entré con buen pie porque, según supe por el amigo, lo de mi ataque a las trillizas, que en realidad solo fue a una, no dio una buena imagen de mí. La cuñada mantenía bastante las distancias pero yo me esforzaba por ser todo un caballero, imitando la torpeza simpatica de ese actor gilipollas llamado Hug Grant. Luego me enteré que su actor fetiché era Johnny Depp. No se puede estar en todo.

Por la foto os podéis hacer una idea pero doy algunos datos más:

Edad: 36 años

Talla mamaria: 95 (silicona)

Profesión: Profesora de primaria

Estado civil: divorciada (sin hijos)

Poco a poco fui al menos pudiendo mantener conversación con ella y puede decirse que a media tarde del lunes, hablabamos más o menos fluidamente y lograba alguna carcajada. La buena señal era que a las 7 de la tarde ya iba por la segunda cerveza con lo cual, calculaba que a ese ritmo, si todo iba bien y había más combustible entrando por su garganta (a la espera de que por su garganta entrara otro tipo de licor que yo mismo fabrico) a media noche tal vez estuviera ya cocida a alcohol.

La mujer empezó a dar sintomas de alegria etílica cuando cada por por tres se ponía a bailar e incluso a imitar a Shakira provocando que mi rabo presentara sus respetos oculto en mis pantalones cortos pero de modo disimulado. La cena ya llevaba un buen rato en marcha. Eramos unos 18 en total y después se iban a unir unos vecinos más de chalets cercanos de la urbanicación en la que estabamos.

Mi amigo me abordaba dandome instrucciones tipo "Que beba, más que ya esta casi a punto"; "Estoy de los nervios, por dios, no la cagues" La verdad es que me daba morbo, mucho. Me sentía como un gígolo al que habían pagado para follarse a una mujer que, no se... calculo que llevaba ya tiempo sin que la limaran. Tal curiosidad me hizo preguntarle a mi amigo y me respondió que, aunque lógicamente no lo sabia cuando fue la ultima vez que debio follar aproximadamente, sí que habia oido no hacia muchas semanas que su mujer y ella hablaban de las ganas que tenía de que le dieran una alegria de bajos. No se si me lo dijo para motivarme más o no, pero llegó el momento de atacar.

Estaba realmente cocida y se había tenido que sentar varias veces, acalorada de tanto bailar. Se estaba metiendo de todo pero para mi pnto de vista, tenía buen aguante. Fue cuando la fiesta estaba más animada que mi amigo vino en carrera a decirme "Ahora, ahora ves, coño... ha subido arriba a cambiarse" Me aseguré de que me garantizaba cubrirme las espaldas. Me dijo que si pero con un añadido que nunca olvidaré: "Yo te cubro pero si se tuercen las cosas, tendré que darte una hostia para disimular". ´Lo entendía, se jugaba su familia por un morbo incontrolado. Pero yo le respondí con un "si quieres, apuntate". Se que eso le jodio más que una patada en los cojones porque sabía que no podía.

Subi y me perdí por el pasillo que daba a las habitaciones. Me planté ante la que daba a la de ella y ahí fue el momento del todo por el todo. Abri la puerta y al hacerlo, la vi de espaldas, en bragas tanga y tapandose bruscamente el tetamen que tenía al descubiero pues estaba a punto de ponerse otro playero. Dio un grito suave y una mirada entre realmente asustada y contrariada. Yo cerré la puerta detrás de mí.

Ella: ¿Pero que coño haces tú aqui entrando, gilipollas?

Yo: ¿No sabes poner el pestillo cuando hay tantos invitados en una casa o es que debo pensar que quería que entrara alguien?

Seguía pretrificada pero su respiración agitada la delataba un poco. Comencé a acercarme pausadamente y ella a retroceder. Le dije que tenía la sensación de que necesitaba algo que yo podía darle desinteresadamente. Ella me replicó que no necesitaba nada excepto que saliera por la puerta o que se iba a poner a gritar. La verdad es que la cosa estaba que o se montaba el escandalo y yo me jugaba mucho más de lo que me imaginaba o todo iba a salir bien. Nos separaba menos de medio metro y invoque a Depravator en toda su potencia suicida. Le arranqué de las manos el playero que se iba a poner y antes de que pudiera hacer nada, la rodee de la cintura con una mano y la otra por detras de la nuca y la besé invadiendo con mi lengua su boca. Noté un amago de arcada que me puso en jaque. Era un claro sintoma, al menos momentáneo de rechazo y lo que es peor... igual me vomitaba en la boca. Pero mantuve la acción y sus antebrazos interponiendose entre mi pecho y sus tetones. Segundos de resistancia o cuando menos rigidez en toda ella pero después una apreciable relajación y respuesta... ya era su lengua la que buscaba la mía. Le agarraba de los cabellos removiendoselos y ella iba dejando caer los brazos hasta ir con sus manos a mi trasero. Me di cuenta de que había estado al borde de una situación critica que, afortunadamente, me había salido bien.

Fui bajando hasta sus pechos y comencé a estrujárselos y a mamarselos como lo haria un Vampiro Blanco que busca desesperadamente la leche de su Fuente. Pezones amarronados y poco salidos pero grandes, aureola equilibrada. No tuve piedad de ellos y los succioné a conciencia. Ella jadeaba sin dejar de removerme los cabellos. "Hijo de puta...¿qué me haces?" llegué a oir entre esos gemidos. Mi polla ya estaba tensa como una roca y le bajé bruscamente las bragas. Hice que levantara una pierna que apoyo sobre un taburete cercano y ahí le di brutales lengüetazos en su coño hambriento. Un clítoris totalmente inflamado y unos labios vaginales gruesos y brillante por una excitación manifiesta. Le metí dos dedos y comencé la mezcla de comida de coño y penetración dactil. La puta gemia ya sin disimulo. Volví a elevar la mirada y a buscar su boca pero ella había sido rápida y la tenía arrodillada bajandome los pantalones y mamando desesperadamente mi rabo sin dejar de masajearme los huevos. Mis manos posadas en su cabeza dirigiendo la mamada. Le agarré de los cabellos y luego de unos largos minutos de mamada rábica, la eché sobre la cama. Un 69 sin limites, sexo salvaje porque noté sus uñas demasiado continuamente por mi espalda; le follé la boca en posición de misionero mientras ella misma se masturbaba; de su boca en mi rabo, pasé al canalillo de sus duras tetas operadas que agarré e hice que sus mamas masturbaran mi rabo. Después la gire y puse boca abajo cogiendole de los cabellos. No decía que no a mi rol dominante. No puso pegas. Le inqué mi polla asegurandome que su ombligo no se despegaba del colchon. La quería bien aplanada y espatarrada. La bombee largo tiempo, sintiendo sus nalgadas en mi bajo vientre. Ella gemia, apretaba la almohada con ambas manos y la mordia. Pasé una de mis manos por debajo de su teta semi aplastada y la magree como si quisiera arrancarsela, pellizcandole sus pezones duros como rocas. No distinguí claramente si se había corrido o no. Solo noté segundos de tensar mucho el cuerpo, morder salvajemente la almohada y acto seguido, relajarse... pero yo no había terminado y quería algo mas. Le saqué la polla del coño y comencé a hacer sitio entre sus nalgas. Ahí note como ella daba un brinco o al meos lo intentaba. "No, no... por ahí no" Le dije que sí, que quería darle por culo y que ella, como buena putita, me lo iba a dar. Volvíó a repetirme que no y hizo algunos movimientos para quitarme de encima pero mi glande ya estaba haciendo contacto con su ano y todo dependía de mí. Ella se quedó inmovil y vi que respiraba más pausadamente, como intentando relajarse. Se notaba que tenía experiencia en eso porque sabía que resistirse, aún podría hacerle más daño. Noté que pasaba una de sus manos por debajo hasta su coño y comenzaba a masturbarse. Eso me puso a mil y dejé caer mi cuerpo. En el primer tirón solo pude entrar la mitad y la almohada ahogo un claro grito de dolor. Después fui metiendo el resto hasta que comezó a mezclar quejidos con gemidos. Notaba su mano masturbandose la raja vertiginosamente, buscando excitarse más y aliviar le dolor de la reventada anal. La estuve sodomizando un buen rato y me tranquilizó oir varios "sigue, sigue hijo de puta" hasta que comencé a correrme en su culo de zorra divorciada... mmmm sublime. Al terminar, vi que sangraba un poco del culo pero no me reprochó nada. También es cierto que el resto de la noche no volvimos a dirigirnos la palabra pero... "el favor ya estaba hecho y... no solo a mi amigo".