¿Estraño, no? Las 00:20h de un sábado y el todopoderoso Lactferatu en su guarida sin haber salido de caza. Estoy cansado, la verdad. Llevo una semana bastante topecilla de estress y trabajo y he preferido este fin de semana, tomarmelo con calma. Además, mañana estoy invitado en casa de Juanji a ver la final de la Eurocopa y presiento que el amiguete tiene algún plan oculto. No se como deben ir la parejita esa pero mi sexto sentido de depredador me dice que mañana puede ocurrir algo interesante de lo que se beneficie mi siempre dispuesto falo palpitante.
En lugar de ir de caza, he preferido ir de cazador de material sobre lactancia. Dificil, muy dificil encontrar videos y por otro lado, no me apetecía editar uno de los que dispongo de mi amplisima videoteca de tetas lechosas. A estas horas no me quiero complicar mucho la vida, pero he encontrado una noticia de la que hablé hace bastantes meses, sobre Cindy Picard, una francesa que se puso de muy mala leche porque en el Museo del Prado no la dejaron sacarse la teta y ofrecer chorros de leche a su bebé hambriento. La cosa coleo bastante en su tiempo. Podéis ver el video y lo que dice pinchando en este enlace. Veréis lo ricona que estaba (digo estaba porque supongo que ahora ya debe tener las tetonas más normalitas y sin leche) Se montó tan gorda (mirad los comentarios que hay) que me imagino que el pobre segurata fue a parar a la puta calle. No lo se.
Al cabo de unos días, se organizó una tetada en plan protesta en el mismo Museo porque en fin, ya sabemos como son la mayoría de mamás recientes... muy suyas y lo que ignoraban con esa tetada estas mujeres es que escenificaron lo que al menos en mi ciudad, una vez al año se produce en un campo abierto. Se escenificó, como digo, un Harén de Fuentes:
No me vais a decir que es sencillamente un sueño ver tantas tetas repletas de leche aunque sean los niños los que se beneficien del Maná. Un contraste de sensaciones para un Vampiro Blanco de pura estirpe. Por un lado, de puro morboso placer viendo esas mamas expulsando leche y que de buena gana nos amorrariamos a la otra teta momentáneamente libre y por otro lado, de rabia porque estas mismas que reinvindican el derecho de dar de mamar en publico (y les guste o no reconocerlo a muchas, poner cachondos a tetomanos galactoadictos porque deseariamos mamar y pajearnos con esos botijos lechosos) reniegan del hecho de que muchos hombres tambien queramos su leche y utilizar su peculiar y temporal estado para fantasias sexuales. En definitiva: hipocresia pura y dura femenina.
En lugar de ir de caza, he preferido ir de cazador de material sobre lactancia. Dificil, muy dificil encontrar videos y por otro lado, no me apetecía editar uno de los que dispongo de mi amplisima videoteca de tetas lechosas. A estas horas no me quiero complicar mucho la vida, pero he encontrado una noticia de la que hablé hace bastantes meses, sobre Cindy Picard, una francesa que se puso de muy mala leche porque en el Museo del Prado no la dejaron sacarse la teta y ofrecer chorros de leche a su bebé hambriento. La cosa coleo bastante en su tiempo. Podéis ver el video y lo que dice pinchando en este enlace. Veréis lo ricona que estaba (digo estaba porque supongo que ahora ya debe tener las tetonas más normalitas y sin leche) Se montó tan gorda (mirad los comentarios que hay) que me imagino que el pobre segurata fue a parar a la puta calle. No lo se.
Al cabo de unos días, se organizó una tetada en plan protesta en el mismo Museo porque en fin, ya sabemos como son la mayoría de mamás recientes... muy suyas y lo que ignoraban con esa tetada estas mujeres es que escenificaron lo que al menos en mi ciudad, una vez al año se produce en un campo abierto. Se escenificó, como digo, un Harén de Fuentes:
No me vais a decir que es sencillamente un sueño ver tantas tetas repletas de leche aunque sean los niños los que se beneficien del Maná. Un contraste de sensaciones para un Vampiro Blanco de pura estirpe. Por un lado, de puro morboso placer viendo esas mamas expulsando leche y que de buena gana nos amorrariamos a la otra teta momentáneamente libre y por otro lado, de rabia porque estas mismas que reinvindican el derecho de dar de mamar en publico (y les guste o no reconocerlo a muchas, poner cachondos a tetomanos galactoadictos porque deseariamos mamar y pajearnos con esos botijos lechosos) reniegan del hecho de que muchos hombres tambien queramos su leche y utilizar su peculiar y temporal estado para fantasias sexuales. En definitiva: hipocresia pura y dura femenina.
Hoy ha sido el Dia del Orgullo Gay. Si no fuerais tan cobardes muchos de vosotros que os consideráis lactofílicos, habria que ir pensando en buscar el Dia del Orgullo Galactofílico, pero como siempre, me dejaríais solo frente al reto. ¿verdad?
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