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Creando escuela

lunes, 7 de abril de 2008

Tetas a medio plazo

"Tienes un encanto genuinamente repelente y lo mas extraño es que eso me atrae de ti"

Como interpretar esta confesion?. Me la hicieron conocer el pasado sabado aproximadamente a las 18:30h en la terraza de un centrica cafeteria de mi ciudad.

Puede decirse que fue el climax de una tarde de duelo dialecticto y miradas traicioneras pero sin contacto fisico alguno (salvo al final). Asi que, desde el punto de vista de un depredador como yo, fue en cierto modo un fracaso pero si lo miramos como un cazador, fue mas bien como una inversion con vistas a momentos mejores en donde en lugar de mi boca, para hablar, lo haga para saborear un cuerpo de 21 suculentos añitos que se me ha puesto a tiro de rabo.

G.R.R. Son sus iniciales y puede convertirse en la cuarta zorra que saboreo de cierto centro médico que conozco (ya sabéis que las enfermeras, doctoras me pirran a la hora de montar) y que, parece más un burdel que lo que aparentemente es.

Pero no será algo de coser y cantar... habrá que trabajarselo y la prueba es que el viernes recibí un sms de "G" cuando ya eran horas en que descartaba y daba por consumado el fracaso de mi intento de acercamiento a sus tetas, perdón, "a su persona". El mensaje me citaba en dicha cafetería centrica a una hora del sábado.

Allí cuincidimos. Llevaba un jersey de punto fucsia y unos pantalones tejanos. Nada sensual en su indumentaria pero yo ya habia atravesado su ropa hasta toparme con unos buenos sujetadores, seguramente modelo blonda de color negro y unas braguitas de encaje. Claro que también pudo ser mi imaginación. El pelo recogido en un informal moño alto y un gracioso flequillo delantero de su pelo teñido rojizo. Sus ojos oscuros penetraban con fuerza ahí donde miraba.

Lo que estuvo claro, casi desde el principio es que, si mi deseo era al menos saborear sus pezones, ese no sería el día de consumarlo. Fue cerca de una hora consumiendo y manteniendo una especie de duelo en donde me di cuenta de que, delante mio, tenía a la tipica nena mojigata que le gusta jugar con un bidón de gasolina y un mechero. De ese tipo de hembras con el cuerpo desarrollado pero el cerebro clavado en una adolescencia casi eterna. Una pija con dos buenos pijos a modo de pechos que ya tuve ocasión de ver hacia semanas y una cara de picara que no se podia aguantar. Tuve que emplearme a fondo para no dejar demasiado claro que lo que me interesaba de ella era joderla viva y tachar otra raya de "jodidas" .

Poniendome a reflexionar ahora, algo me dice que, seguramente, igual debió hablar con alguna de las que me follé y fue positivamente informada de mis aceptables cualidades en la cama. Igual es ser demasiado presentuoso pero es una posibilidad más.

G me comentaba que estaba a punto de romper con su actual novio. No me sorprendió. Este tipo de especimenes son de los que no saben lo que quieren y por otro lado... 21 años ¿qué van a querer? Pero por otro lado me dio rabia ya que me encanta joder a hembras con pareja. Tiene un encanto especial.

De la charla, que tuvo sus momentos interesantes hasta el climax de arriba descrito y otros momentos más bien de puro trámite, me hicieron entender a mi juicio varias cosas: Que G es una calienta pollas y le va el sexo (me puse euforico) por algunos momentos en que la conversación tomaba cierto aire incendiario, sobre todo cuando le dije que me consideraba todo un experto en la anatomia pectoral femenina (lo tuve que decir asi de entrada por no escandalizarla y espantarla) ella dudo de mi "especialidad" y ahí lance mi primer torpedo proponiendole ir a algún lugar más tranquilo para demostrarselo porque lo que había visto hacia semanas era un buen motivo de analisis. Por supuesto, me dijo que no con un delatador aumento de color en sus esbeltos pómulos. Pero no fue un no rotundo. Fue un no adornado con una sonrisa de coqueteo, incluso puede que cierto deseo de comprobarlo. Posiblemente incluso debió mojar las bragas... quien sabe.

En esos momentos preferí apretar ya un poco el acelerador y le pregunté cosas como como le iba esto de las relaciones con el sexo opuesto. Me dijo que, empezaba a sospechar de que no tenía caracter para comprometerse a relaciones estables y duraderas. Que le gustaba... variar y sobre todo le gustaba divertirse. Le confesé que yo pensaba igual.

Y lancé el segundo torpedo de la tarde porque lo que tenía yo claro es que debía irme de ahí, al menos con una idea clara de si al final podria follarmela o no en un plazo razonable de tiempo. Le pregunté si eso de divertirse incluia el sexo. Por unos instantes tuve la sensación de que había acabado de cargarme ese posible "feeling" con ella, pero despues de sonreir de ese modo picaro que me ponía un poco entre las cuerdas, bajó la mirada y respondió que "como a todo el mundo... puede que un poco sobre la media".

Los silencios siempre los dedicaba a mirar a la altura de sus tetas buscando, supongo un poco más de descaro o alguna reacción de ella pero G, no pareció ofendida, ni mucho menos, más bien divertida. A todas las mujeres, TODAS les gusta sentirse deseadas sexualmente aunque cada una reaccione de cara a la galería de un modo diferente, generalmente, haciendose las ofendidas. G, no. Simplemente sonreia y si le hubiese podido leer la mente, seguro que debía pensar algo asi como "pobrecillo, pasas hambre, pero cortate un poco".

Y fue cuando llegamos a ese climax y lo que tenía toda la forma de aparentar una confesión por su parte. La frase del inicio que de este texto. Cuando me lo dijo, me quedé unos segundos mirandola fijamente, calculando la respuesta para que no fuese la que no deseaba:

"Supongo que es una cualidad arriesgada. Me ha dado más de un problema"
"Pero también te ha dado resultados"
"¿Eso crees?"
"Y a demás, me consta"
"Vaya... entonces las noticias vuelan"

Sonrió y comenzó a coger el bolso, diciendome que tenía que marcharse. Entonces la cogí de la mano y arriesgué el resto por esa tarde.

"Entonces puedo ser sincero"
"¿Es que no lo has sido?"
"Por supuesto. En todo momento pero no libre de decirte todo lo que quería decirte"
"¿Y que querías decirme?"
"No creo que haga falta decirtelo claramente"

Los dos nos levantamos de la mesa y nos dimos sendos besos. Me miró con esos ojos de corderita degollada y sentenció: "probablemente te llame de nuevo".

¿Sabéis que pienso? Que es la tipica zorra que le gusta jugar al gato y al ratón... y a mí solo me gustan los juegos en la cama. Así que... voy a ir sacandole brillo a mi polla por si en un plazo razonable, me veo encajando mi rabo entre sus tetones. Aunque al final me quede con las ganas y no pase nada más de lo que pasó el sabado.

A ver si al final se habrá confundido y en lugar de creer que soy un gato, en realidad soy un tigre. Lo que si tengo claro es que para mí ella será siempre el ratón.

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