El caso es que tengo sed, tenemos sed y estamos a dos velas. No hay mujeres predispuestas a darnos de mamar. El tabú continua, los enfermos seguismos siendo estigmatizados, como dice mi admirada Astoreth y es una putada.
La opción de acceder a los bancos de leche materna, obviamente está solo reservado a nuestros pequeños enemigos naturales que son los bebés. Enemigos involuntarios, claro está y a los cuales no les deseamos ningun mal pero son competencia desleal directa para nosotros. Asi que ni a eso tenemos opciones. Además, no es lo mismo coger un frasco de leche materna y beberlo que succionar directamente de unas buenas tetonas lechosas.
Igual es que hacemos algo mal, hago algo mal porque, por el contrario, al menos otros tienen
señales indirectas de lactantes, como mi sigiloso discipulo Viciosenos el cual parece que los datos que le facilité le estan dando algun resultado con una lactante, cuyas fotos os muestro ahora y veréis que no esta precisamente nada mal. Son unas tetas, a mi juicio ideales, perfectas para el vicio mamellero. Ojalá tenga suerte y sobre todo nos cuente, los resultados si es que le llegan.
Mientras tanto, a nosotros solo nos queda seguir intentandolo y confiar en que si es una mala racha, ésta termine lo antes posible. Fotos y videos como estos que acompañan esta entrada, nos deberia motivar más para esforzarnos en nuestra busqueda por la "supervivencia" de nuestra joven estirpe.
Me siento orgulloso de amar con semejante devoción casi religiosa las tetas de las mujeres. Cada vez que contemplo unas, que destrozo visualmente las prendas textiles que cubren la visión de tan deliciosos y placenteros manjares a los ojos de seres como nosotros,(y casi imagino que ellas sienten mis lenguetazos calientes en sus pezones en esos instantes) comprendo que el extraño funcionamiento del cerebro de la mujer "estandard", normalmente más bien mezquino y retorcido en sus raciocinios, queda compensado por sus excelentes glandulas mamarias. Soy consciente de que este ultimo comentario no habrá sentado bien a más de una mujer pero a estas alturas, deberían conocerme de sobras. Igual por eso, mamo tanta poca leche materna al año. A este paso, tal vez debería aprender más de mis discipulos. Mandaría cojones la cosa, con lo orgulloso que soy.
Y si decidimos algún día ir a la caza en plan "30 días de Oscuridad", por mucho que corran...
Sus tetas nos seguirán indicando el camino hasta ellas.
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