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Creando escuela

lunes, 26 de octubre de 2009

Menú del día: dos rubias Parte II

Continuo:

Después de comernos la boca esos segundos, cambíé por Esther que hasta entonces y cuincidiendo que mi mano ya había rozado intencionadamente sus braguitas, estaba respirando muy aceleradamente. Mi boca atacó la suya y la suya fue algo más salvaje que la de Ainhoa ya que literalmente chocamos con los dientes un poco. Afortunadamente, sin consecuencias. No puedo explicaros con más detalles como acabamos desnudos en el salón pero sí que me ví con dos soberanos cuerpazos que, sinceramente, por un momento dude si aún estaría en plena forma para hacerme cargo de la satisfacción de dos mujeres y más de dos mujeres como estas. Aun recordaba mi accidente lumbar no hace mucho tiempo y temí que me pudiera volver a suceder siendo un autentico desastre, que pasara. Hice borrón y cuenta nueva y para eso, nada mejor que, mi especialidad: Ataque masivo mamario. Observé con atención los pechos de ambas:


Ainhora: forma sutilmente de peras un poco caidas, areola rosada no rugosa porque había buena temperatura en el piso y de un diametro medio. Pezones intermedios que reaccionaban muy bien a mi palma de la mano. Una turgencia deliciosa y una dureza media. Ni duras pero tampoco blandas. Esther: Forma de pomelos muy poco caidos. Por un instante, pensé que operadas pero al tacto, comprobé que, si lo estaban, era una obra de arte. Areola marron muy claro. Diametro medio no rugoso (por lo mismo de la temperatura) Pezones de salida media con buena reacción a mi manipulación manual. Turgencia también exquisita. Dureza percetible.


No me cansaba de mamarlos. Primero los de Ainhoa, luego los de Esther y viceversa. Ellas miraban mis evoluciones y sus manos removian mi cabeza mientras gemian suavemente. Estuve así un buen rato y casi con la obsesión de conseguir lo imposible, que era que soltaran algun liquidito lechoso o similar de los pezones. Y es que un VB lo es en todo momento y siempre tiene la irracional esperanza, tal vez, de que de ahí salga leche en alguna de las ocasiones en las que nos amorramos a unas buenas mamellas. Eso no ocurrió en este caso. Por supuesto.

A los pocos segundos, me puse de rodillas y ellas se abrieron de piernas. Les comí el coño por intervalos de minutos a las dos. Ojalá todo eso se hubiese podido filmar... Volví a acordarme del Maestro Tetasperú, como siempre me ocurre cuando no puedo obtener material grafico por la imposibilidad de plantear ni siquiera la cuestión a la inmensísima mayoria de mujeres con las que he estado.


Ambas llevaban el coño perfectamente depilados y estaban muy jugosos. Mis latigazos linguales eran calculados para intentar hacerles perder los nervios. Parecía que eso hacia más efecto en Esther que en Ainhora, pero vi que entre ellas, surgia el juego... "lesbico", por decirlo así. Ya que ambas se magraban mutuamente los pechos. Las folle con la lengua unos minutos más y cada una de ellas me atrapaba la cabeza hundiendome más la boca contra sus coños carbonizados por el fuego uterino.


Después me puse sobre el sofá yo. Quería mi parte de premio. Ainhoa fue la primera en entender y se puso de cuclillas delante de mi polla erecta, comenzando a mamarmela sin dejar de mirarme fijamente. Se notaba que quería demostrarme que ella también se veía capaz de ponerme contra las cuerdas. Esther, se limitó a ponerme de nuevo uno de sus pechos en mi boca. Me dijo que nadie le había comido el coño y las tetas de este modo y quería que siguiera. Mientras me adelantaba el torso para entregarme su pecho derecho, se masturbaba con una mano. Ainhoa, seguía mamando obsesivamente. Lamia vertiginosamente mi glande brillante y violáceo. Se metía mis testiculos en la boca y volvía a dar un repaso con su lengua, desde la base de mi tronco hasta el glande.


A continuación colocó sus dos melones de modo que mi polla quedaba entre ambos y solo tuvo que empujar con los dedos y atraparme con sus ubres la polla para comenzar a hacerme una brutal cubana. Ahí si que noté que estaba a punto de ser noqueado. Su mirada lasciva, esa cara que saben poner algunas mujeres que parece que te digan "¿Asi se lo hago bien, mi señor? ¿Le gusta?" me hicieron casi caer sobre la lona. Veía aparecer y desaparecer mi polla entre sus tetas y seguí mamando las de Esther. Asi estuvo un par de minutos la situación hasta que ésta última,, tomo el puesto de Ainhoa con una actitud asi como de "dejame a mí. yo tambien quiero demostrarle con quien se las está gastando". Parecía una cuestión de orgullo.

Ainhoa volvío a por mi boca y yo le meti dos dedos en su coño empapado. La masturbe con mi dedo pulgar sobre su clitoris y el indice y corazón dentro de su caverna encharcada. Ella seguía de rodillas sobre el sofa y moviendo las caderas en circulos. Esther mamaba con prisas, como queriendo recuperar los metros perdidos en una carrera inexistente. También atrapo con sus pechos mi polla totalmente a punto de reventar en una onda expansiva de semen y me batió con ellos otro largo rato. Fueron momentos angustiosos, lo reconozco porque estuve a punto de correrme y eso, tal como estaban ambas, podria haber sido traumatico incluso para mí.

Comprendí que estaba dejando el mando a ellas y lo recuperé de forma brusca, Me puse en pie y me la jugué por segunda vez. Con fuerza, con rudeza, las cogi de los cabellos a ambas pero sin tirar, solo para demostrar poder y les dije que ibamos a la cama. Ellas mezclaron un "ay" suave y un achinar de ojos con una sutil risa. Y entramos en el dormitorio.

Aquello fue una guerra de poder. Dos mujeres orgullosas contra un animal "no humano" que intentaban domesticar para su placer. Las dos se tumbaron abiertas de piernas. Ainhora me tiró un condón. "Aun no quiero se madre" Dijo entre risas. Me lo puse y Esther fue la primera en recibir mi "cornada fálica" Fue salvaje. Dejé caer todo mi peso sobre ella y con él la atravese entera. Eso tenía que hacer daño por cojones pero quería dar un toque de atención sobre que, si ahí tenía que mandar alguien, no iba a ser yo el que fuera el "mandado". Esther dió un fuerte alarido y me se acordó de mi madre. Pero ahí estaba arqueandose todo lo que podía de piernas. Sus tobillos acabaron sobre mis hombros y yo bombeandola con brutalidad. A mi lado, Ainhora, se masturbaba sin cesar... se metía dos y tres dedos y se magraba los pechos mirandonos. Puse a Esther de lado y la seguí bombeando. Ainhoa, acercó su boca los pechos de su amiga y los lamio asi que podia porque con mis empujones las mamellas danzaban de lo lindo.
La hice seguir girando hasta ponerla boca abajo y la follé de ese modo. Esther se pasaba la mano por debajo para masturbarse al mismo tiempo que le limaba el coño totalmente en carne viva. Entonces comenzó a dar chillidos no muy potentes pero si que se podian oir tal vez, fuera del piso. Su cuerpo se contorsionó como si sintiera descargas electricas y vi como presionaba las sabanas. "Me corro, hijo de puta" Y vaya si se corrió porque noté al instante succiones salvajes de sus paredes vaginales en mi polla. No se aun como no me corrí en ese justo instante. Supongo que la tensión de saber que al lado tenía a otra potra esperando su parte del premio, me hizo contenerme.

Saqué mi polla del coño de Esther y esta quedó como muerta en esa posición. Era el turno de Ainhoa.

Me puse detrás de ella y la "obligué" a ponerse a cuatro patas. Al cabo de nada, estaba atravesando esa caverna de mantequilla fundida hasta que mis testiculos chocaron con sus labios vaginales. Un largo gemido, fue el recibimiento de ella a mi polla. Comencé a darle su merecido y la monté como una yegua. Mis manos magreaban sus tetas colgantes y alocadas y a ratos acercaba mi aliento a su nuca o la cogia del cuello como si fuera a estrangularla. Eso le ponía a cien. Poco a poco la fuí elevando cogiendola de los antebrazos de modo que su torso quedó casi en vertical mirando a la cabecera de la cama. Yo seguía jodiendola viva.
"Por el culo... dame por culo" Me dijo No se vosotros pero cuando una mujer te dice esas palabras, cada milesima que tardas en taladrar el ano de la soliciitante, es como mil años que pierdes. Le saqué la polla y sin dejarla cambiar de posición, así con el torso elevado y dandome la espalda, apunté mi polla en su culo. Ella misma se separó las nalgas al maximo y dilató el ano. Ayudado por sus abundantes flujos, la fui taladrando con firmeza y sobre todo sin pausa. Con un solo viaje. Ella solo emitió una mezcla de largo gemido y quejido... Esther contemplaba la escena mientras volvía a magrearse las tetas...


Comencé a cornearla duro, muy duro. Toda ella, daba brincos al son de mis embites. Sus tetazas saltaban danzarinas y su cabello corto también. Cada vez que entraba, ella acompañaba el embite con un "ah, ah, ah" que parecía más de interpretación para demostrar lo puta que podía ser que de placer como tal, pero daba resultado. De nuevo noté que el flujo de mi leche amenazaba con salir a borbotones antes de tiempo pero lo cierto es que el dolor de huevos y de polla que atesoraba era notable. Aquello pedía ser expulsado como fuera. Ainhoa, se llevó una mano a su coño y se masturbo con tal frenesi que al cabo de nada, noté que gemia largamente y notaba presion intermitenten de su ano de forma espasmódica. Se estaba corriendo sin remedio. A los pocos segundos, cayó de bruces exhausta sobre la cama. Le saqué la polla y me quité el condón. Quería bañarlas a ambas. Solo Esther parecía algo más recuperada y en seguida entendió lo que buscaba. Se acercó más a Ainhoa y cogiendose los pechos me los ofrecía a mi glande que ya había comenzado a ordeñarme brutalmente. Ainhoa, hizo lo mismo que su amiga y se dispusieron a esperar mis descargas.

Estoy seguro que no se esperaron semejante baño... Fueron literalmente duchadas de semen. Los primeros cinco disparos fueron de una abundancia y presión que incluso a mí me "asustaron" Los pechos de ambas quedaron chorreantes de mi leche y el resto de disparos que no conté pero no fueron menos de 10, se repartieron entre los pechos, mentón, cabellos y vientre.

Las dos se quedaron alucinadas. Supongo que como nos pasa a nosotros, los hombres con el tamaño de los pechos y que creemos que contra más grandes, más leche dan y es falso, ella creyeron que con mi polla de talla "media-baja" no podia luego explosionar de tal modo... Se equivocaron.
Cuando acabamos, nos quedamos dormidos.

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