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Creando escuela

jueves, 11 de diciembre de 2008

¿Se puede joder a 39 grados de fiebre?

Sí.
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Hasta la semana próxima no voy a volver al trabajo. Al final mi encuentros traseriles con la nieve del pasado fin de semana, ha tenido como consecuencia un fuerte resfriado del cual debo tratarme. Eso significa que calditos, zumos, leche y... ¿sexo? Pues sí, lo repito.^
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Depende el tipo de hombre que seamos, depende como somos estimulados aunque sea sin intención, podemos acabar jodiendo a una hembra sin preguntarnos demasiado si a ella le apetece o no. Es como estar en el filo la navaja.
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Ayer se me acabó el coñac, quedaba muy poco ya en casa, para hacerme la pócima que hace milagros en mí que es la leche caliente, con miel y esta bebida alcoholica. Asi que tuve que echar mano de los vecinos. No se por qué.... o igual sí, decidí probar con María. He deciros que ella ya no vive sola. Sino con su noviete Juanji con el que volvió hace no mucho. Asi que di por sentado que me tropezaria con él al picar al timbre pero no. Abrió ella y ahí comenzó lo imprevisto. Supongo que mi mala cara lo decía todo y me hizo pasar rapido. Iba con una bata. "Me pillas saliendo de la ducha" Mal asunto... pensé. Pregunté por su novio y me dijo que tenía guardia en su currete. Otro mal asunto. La frente me ardía pero la polla comenzó también a arderme sobre todo viendo como se le habria la rebelde bata en la zona del escote y se podía ver a momentos fugaces esas tetitas que también conocía y había saboreado hacia... pues no se ya cuanto. Su pelo mojado y el puñetero escote que parecía que sus mamas me reclamaban, me descolocó. Le pedi coñac, que a fin de cuentas era a lo que había venido... "o no".
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Y se me fue la olla. Camino del salón y el mueble bar, la seguí. Me situé detras de ella y sin darle tiempo mientras alzaba un brazo para coger la botella que estaba en un estante superior, pase ambas manos desde atrar por debajo de sus sobacos hasta el escote que se abria de su bata y agarre ambas tetonas. María dio un repingo y me dio un culazo hacia atras. "¿Pero qué coño haces?" y Se giró rapidamente tapandose o intendolo porque yo no retire mis manos de sus tetones calientes. Los note inflamados, pesados, duros... "Para joder que me haces daño". La mire y saqué las manos. Ella rapidamente se tapó el escote de nuevo. "¿No estarás preñada no?" Se me ocurrió preguntarle "¿Y a ti que coño te importa?" Le solté que habia notados sus tetas diferentes o también fuera que hacia mucho que no las gozaba. Asi que, ya no se si porque tenía más fiebre en la cabeza o en la polla, le abri bruscamente la bata y ahí le vi sus mamellas explendidas. Realmente inflamadas y con una aureola más grande y pezon más crecido. Por un momento pensé que estaba definitivamente preñada. Ella me miró con muy mala leche. "Vete pero ya". "No sino me respondes" "Joder (mi nombre) cada vez estas peor de la olla. No estoy preñada, ¿vale?" "Entonces ¿porque las tienes más inflamaditas?" Y me fui acercando de nuevo a ella. "Por algo tan natural como que me tiene que venir la regla, se inflaman y me duelen, ¿vale? ¿Te vas ya?"
*
"Duelen".
*
Me quedé con esa palabra. Estaba burro y algo sádico. ¿La fiebre? Las tetas, amigos mios. Estoy con un brote de deseo mamario, de verlas, estrujarlas, mamarlas, pellizcarlas y cubanearmelas que no me veo desde hace semanas. Fui rapido y cogiendola de ambas manos se las puse en la espalda, sujetandoselas bien. Ella intentó darme una patada levantandome la rodilla pero no la dejé. Al momento con mi otra mano le abri del todo la bata y ahí estaban, bien a mi vista, no ofrecidas pero si dispuestas a mi vicio.


Ella movía el torso y las tetonas bailaban a un palmo de mi cara. Eso aún me ponía más cachondo. La teta izquierda fue la primera en ser engullida por mi glotona y caliente boca. Comencé a succionar casi todo el pecho. Ella no grito pero escuché un buen repertorio de insultos y algun quejido porque tal como le trabajaba bucalmente la teta inflamada, eso tenía que molestar. La deje bien ensalivada. Luego ataqué la otra y la succioné entera, la lamí entera. El sabor de sus pezones, de toda su mama, inconfundible y único... mmmm Asi estuve un rato hasta que fuí más allá. Estaba absolutamente cachondo perdido.
*
Me hice con una cuerda que sujetaba una cortina recogida y girandola, la até las manos. María no dijo nada... absolutamente nada... La cogí a modo de saco sobre mi hombro y aunque pataleaba, la llevé al dormitorio que ya conocía muy bien aunque vi diferencias. La eché sobre la cama y la bata ya poco podía taparle. Un buen coño asomaba entre la tela de la misma y ella cerró las piernas lo más rapidamente posible pero no lo suficiente. La raja parecía fresca y apetitosa. Rasurada y parecíendo lista para una buena pollada. Me quité mi bata y mi pijama y aunque pensé que eso podría provocarme el regalo extra de una pulmonía. Aquellas tetas timidas pero ya a mi disposición, me habían vuelto loco. María seguía sin decir nada y eso me daba morbo pero también inquietud... "La culpa la tienes tú por tener unas tetas tan morbosas y que me ponen tanto" "La única culpa que tengo es por abrirte la puerta".
*
Mi polla me molestaba de lo dura que la tenia. Atada como estaba, no podía quitarle la bata asi que me limite a abrirsela bien y ahí estaba ella agitandose para ponermelo dificil. Eso hacia que el bailoteo mamario siguiera y eso significaba que le tenía que doler porque eran movimientos bruscos. Cerraba las piernas y giraba su cintura a un lado y a otro para que yo no pudiera abrirla de piernas. Pero al final lo conseguí y su coñito estuvo a tiro de mi lengua desarmadora. Ella me conocía bien. Sabía que pocos usaban la lengua como yo y romper la resistencia de sus piernas, implicaba poco más o menos que la rendición. Ataqué con suavidad su rajita y concentré mis latigazos linguales en su potente clitoris. Mientras mantenía mi cabeza entre sus piernas, mis manos fueron garras de nuevo a sus tetones inflamados. Se los sobe a conciencia. Apretando a momentos con fuerza para escuchar leves quejidos que desaparecían de acuerdo a un movimiento maestro de mi lengua en su cada vez más saladito coñito. La nena se estaba empapando y no precisamente solo por mi saliva.


María comenzó a mostrar signos de rendición. Ya no forzaba tanto la resistencia. La respiración estaba acelerada y a ratos miraba por encima de su monte de venus y sus dos tetas congestionadas por la presión de mis manos en cada una de ellas, veía que María estaba con los ojos cerrados y con la señal clara de que había capitulado: se mordía levemente el labio inferior.

Creí que para romper definitivamente las defensas, debía abocarla a un orgasmo o casi ponerla a las puertas de él. Asi que mi lengua y mis labios, hicieron toda una exhibición de como hay que comer el coño de una mujer hasta casi oir sus suplicas de polla. No quería que se corriera pero se ve que me pasé y comenzó a tener claros espasmos y su raja comenzó a expulsar más flujo. Un leve gemido largo fue la música de su corrida de zorra.

No quise arriesgarme a que se serenara asi que me situé sobre su estomago y mi polla quedó a la altura de su boca. Pensaba que me lo pondría dificil pero se amorró a ella y comenzó a mamarmela como solo Maria sabe hacer las mamadas. Ademas, seguía atada, indefensa y eso me daba más morbo. Le cogí de los cabellos y agite su cabeza para que mi polla entrara y saliera con más ritmo. Debido a que tocaba de vez en cuando su campanilla, sus ojos se humedecieron por las arcadas. Asi estuve unos pocos minutos y luego bajé un poco para colocar mi polla entre sus tetas y las junté para hacerme una cubana. La escena era supercachonda. Ella con las manos atras, atada y sus tetas ahí sujetadas por manos de macho y dandome placer... uuuuuhhh hay que vivirlo, amigos.

Eso tenía que dolerle y me lo decía. Sus tetas estaban inchadas, inflamadas y doloridas... de paso estaban con manchotes rosados de mi presion con las manos. Por si fuera poco, cuando las tetas las tiene inchadas la marca de los sostenes (ver ultima foto) siempre le duran más tiempo de lo habitual. Asi que parecían en cierto modo unas tetas "sometidas". Eso me puse más caliente y notaba la dureza del inchazon mamario sobre mi tronco. Me lo estaba pasando pipa...

Pero bajé y apuntalé mi polla en su raja. Ella había vuelto a cerrar las piernas pero no me costó absolutamente nada separarselas de nuevo porque no puso resistencia. Solo me pidió que la desatara despues de garantizarme que "Acabariamos" . Pase mis manos por detras para desatarla y costó un poco porque no me acaba de fiar. Asi que había dejado parte del peso de mi cuerpo sobre ella para que no escapara... que cabron soy ¿verdad?

Al desatarla, se froto las muñecas y me miró: "Follame como una cerda y de una puta vez y vete"

No acabó de decir "te" y mi rabo entro como en una funda de mantequiilla fundida. Un largo gemido de María se escapó de su estatus de hembra "usada". Comenzó el bombeo. Primero suave... dos segundos para entrar, dos segundos para salir... que notara todo mi falo ardiente limandole el coño. Miraba sus tetones con los pezones casi salidos más de un centimetro. Me encantaba el paisaje y de tanto en cuando volvía a magrear esas glandulas pre lecheras que toda mujer no preñada tiene. El ritmo lo fui acelerando asi que me dio la puta gana y ella no decía nada. Solo había que mirarla. A ratos, miradas desafiantes, miradas a la lejania, hacia un lado y a ratos miradas de rendición... de disfrute..

Llegó el ritmo rudo, brutal depravariano. Sus piernas arqueandose casi con violencia a cada embite de mi bajo vientre. El coño recibiendo como podía mis enrabadas y procurando que el clitoris fuera limado. A ratos ella movia incluso las caderas para frotarse más. De repente cambiamos de posición y ariesgué mucho porque deje que se pusiera de jinetera. Me cabalgó como una posesa... quien nace puta... Sus tetas daban brincos y pensé que eso tenía que dolerle pero no dije nada. Menudos botes, chavales... Se las cogí y amortiguaba engañosamente los brincos mamarios. En realidad lo que quería era apretujarselos duro. Ella se acercó el torso a mi cara. Una invitación clara de que se los chupara. Evidentemente, sabéis que fueron bien succionados.

María me llevó al climax al mismo tiempo que ella se frotaba totalmente fuera de si con mi rabo el coño y el clitoris. Creo que llegamos los dos a la corrida suprema que fue de unos 9 disparos por mi parte. Di por sentado que seguía tomando la pildora... porque sino...

Al acabar, los dos uno al lado de otro, sudados y jadeantes...

Y los sentimientos de culpa por parte de María afloraron. Me dijo que no sabía como podria mirar a la cara de su novio. Que esto no podía ser. Que siempre que yo quisiera la follara. Blablablabla. Me limite a decirle que era un manjar demasiado apetecible para mí y que no podía evitarlo. Que cuando se daban circunstancias parecidas, tenía que follarla. Que era nuestro "sino" y que si realmente queria poner punto y final a estas anecdotas sexuales, se vistiera de monja para verme. Nos echamos a reir y me respondió que tenía una capacidad de poder mental sobre mujeres como ella que, sin quererlo, al mismo tiempo necesitaban que las poseyera. Que no podía entenderlo.
*
Me levanté y la mire. Ahí permanecia espatarrada... con mi leche saliendo mezclada con su flujo y sus tetas marcadas de mis evoluciones presionantes y succionantes... Me vestí y le dije que iba a por el coñac. A los pocos minutos estaba en la cama temblando. Ni quise ponerme el termometro de nuevo pero seguro que rondaba los 40 grados. Por suerte, mi polla dejó de arder.

Nota: Las fotos que veis son autenticas, de María, de hace algún tiempo, excepto la ultima que se la hice con el movil al acabar todo. De nada.

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