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Creando escuela

sábado, 25 de abril de 2009

Él en la bolera y María en bolas II

Lo siento, la suavidad no va demasiado conmigo. Muy raras veces he sido un hombre suave cuando se ha tratado de joder a una mujer y ayer no fue la excepción. En pocos segundos tenía los pechos de María a mi disposición y los unté de nata sobrante del postre. Los lamí enteros. Absolutamente enteros. Ataqué con frenesis hambrienta sus aureolas y sus pezones succionando con una avidez tal que, si realmente la lactancia inducida es algo factible, os puedo asegurar que de estas tetitas que podeis ver y que fotografié después de la jodienda, hubiesen acabado por chorrear el preciado nectar que a los VB nos vuelve locos.

Asi estuve un rato, atacando sus pechos y María se limitaba a controlar mis movimientos de cabeza sobre ellos y mantener el torso lo más firme posible mientras emitia leves gemidos de placer. "Eres mi mamoncito" Decia. Eso me ponía brutalmente cachondo. Mi polla brincaba ya sin piedad dentro del pantalon del pijama y opté por liberarla ante ella. La miró de nuevo y si no puso ojos de deseo, poco le faltó. No me importó porque en pocos segundos la había tumbado sobre el sofá y la había desnudado del todo. Le separé las piernas y mi lengua se lanzó a su raja humedecida o casi ya babeante de placer. Creo que llevaba ya un buen rato excitada, por la charla, por lo que nos habíamos dicho pero era la única explicación, junto a su brutal sensibilidad de pezones, que justificaba que al meter dos de mis dedos en su coñito, estos estuvieran absolutamente lubricados. María hizo que sus paredes vaginales succionaran mis dedos introducidos y eso fue una invitación a mi polla. Me estaba diciendo lo que iba a sentir cuando la taladrase. Pero decidí torturarla un poco más, comiendole el coño y jodiendola levemente con el dedo. Ella se contorsionaba y sus manos me agitaban el cabello o casi tiraban de ellos.
"Jódeme de una puta vez, cabron" Me soltó. En pocos segundos, cogiendola del bajo viente la volteé y la puse a cuatro patas mi polla quedó a la altura de su coño babeante y no tuve ni que conducirla con la mano. El mismo glande, atraido como un iman, se puso en la entrada de una fresca sonrosada raja de hembra excelente y la penetré de un solo viaje. Mis huevos tocaron hasta la empuñadura y comencé a joderla. Ella gemia como una mala puta. Agiraba su cabeza y sus pechos daban danzadas muy visibles ante mis viajes de rabo. Asi estuvimos un rato que ella saboraba a cada momento, haciendo rotaciones con sus caderas, buscando más y más mi polla dentro de ella. "Así, así, dame más" Decia. Pasé mis manos por debajo y atrapé sus mamellitas que ordeñe como buscando que de sus pezones gotease leche materna. De tanto en cuando le daba fuertes palmadas en las nalgas y ella mezclava quejido con gemidos.
Se dió la vuelta y me hizo ponerme boca arriba. Me montó literalmente. Estaba fuera de si. Notaba mi bajo vientre bañado por sus jugos calientes. Estaba claro que hacia tiempo que necesitaba una jodienda así y pensé en como cojones follaba Juanji para ver a María de estuviera de ese modo tan caliente. Sus tetas botaban y se las cogia a ratos con vicio extremo. Se relamia mientras me miraba, rotaba de nuevo las caderas buscando mi verga más dentro de ella.

Comenzó a gemir con fuerza tremenda y a contorsionarse, a pararse a intervalos y notaba que su coño me succionaba sin control la polla. Conocía bien las corridas de María y esa estaba siendo uan de ellas. Intentaba hablar pero su voz se perdia con el aliento a penas audible de "oh dios..." mi polla comenzó a escupirle chorros enormes de leche y le cogí de los pezones apretandolos. Le regalé varios "puta" "zorra hambrienta" mientras seguía empastandole el coño de mi lefa. No se cuantos disparos efectue pero seguro que no bajaron de 10. Al cabo de poco sus jugos y mi leche nos dejaron perdidos de bajos. María se dejó caer sobre mi pecho respirando con dificultad.

Supongo que pensó que mi polla acabaría saliendo de su coño pero cuando vio que de eso nada, que la erección se mantenia lo suficiente para no salir de su agujero, me miró sorprendida. "¿Quieres más?" Le dije que si. Y era cierto: Quería su culo.

Hacia tanto tiempo que no lo cataba y que se lo había perdonado que esta vez, lo tenía claro. María no pareció ni mucho menos, entusiasmada con mi idea pero sabía que basta con decirme no a algo para que me empeñase más en el capricho. Así que, lo único que me dijo fue que tuviese algo de cuidado. Vi que iba a levantarse, supongo que para ir en busca de lubricante y le cogí la mano. La miré con esa cara que. no pocas veces, me ha confesado que le asustaba y le dije que no. Que en todo caso mi polla ya estab lubricada tanto de sus flujos como de mi leche. Aquello le acabó de poner tensa. Pero no le di tiempo porque en segundos me habia situado sobre ella, dejando caer gran parte de mi peso en el suyo para limitar sus movimientos. María forcejeo y se que en parte lo hacía para excitarme. Sabía de sobras que me gustaba rozar el limite de lo "consentido y no consentido" como parte de un juego casi macabro y solo cuando notó que mi cipote hacia ya presión en su ano, hizo su ultimo esfuerzo para intentar desviar la penetración anal. Por supuesto, no pudo. Mi polla se abrió paso con dificultad, para ser sinceros más de la que había supuesto, en su culo prieto y placentero. María emitió un fuerte quejido pero en ningun caso, un grito claro. Había logrado pasar un tercio de mi polla en el interior de su culo y esa sensación de "que la partia", le hizo comprender que era preferible dejarse hacer. Seguí empujando un poco más y ella pasó su mano por debajo de su bajo vientre, buscando su rajita, su clítoris para masturbarse y buscar el equilbrio entre el dolor que estaba sintiendo al ser reventada por el culo y el placer de masturbarse. Cuando mi polla comenzó el desliz anal de la jodienda, la cosa fue mejor. Ella se limitaba a no moverse demasiado y a soportar mis cachetadas en sus nalgas mientras la jodia viva y le decia lo rica que estaba y lo mucho que me gustaba darle por culo. Ella seguía masturbandose mientras aguantaba estoicamente mi jodienda.

Era para filmarlo, pero hacia tiempo que eso ya no lo permitia y menos ahora que, tenia novio. Le estuve dando por culo durante unos 15 minutos ininterrumpidamente y le pregunté si quería mi lavativa de leche en su culo. Ella me dijo que "acabase de una puñetera vez" y no me hice esperar. Mi polla volvió a vomitar abundante y espesa lecho depravariana, esta vez en su culo No se si producto de sus agiles dedos masturbandose o la combinación de mi rabo, mi leche y sus dedos, pero María volvió a correrse, por supuesto, en un orgasmo más discreto que el anterior.

Cuando acabé, salí de su culo y no sin dificultad, nos reincorporamos. Ella se fue directa al baño porque como me dijo "me has vuelto a romper por detrás". Mire mi polla aun palpitante y si que era cierto porque pude ver restos de un poco de sangre. Cuando regresó, fue cuando aproveché para obtener estos recuerdos de sus mamellas que os muestro aquí. No fue nada participativa y tuve que disparar casi a traición con la camara de mi movil varias veces, pero al menos podreis ver que sus tetitas siguen estan intactas y apetecibles y que no mucho antes de ser fotografiadas, habian pasado por mi boca y mis manos.






María se fue a su piso antes de las 2 de la madrugada por temor a que el capullo de su novio apareciera pero antes de salir, me miró y me dijo algo asi como que "Sé que algún día nos arrepentiremos de todo esto".
Al cerrar la puerta, pensé en Juanji. "Jodete, cabron"

Así de simple.

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