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Creando escuela

lunes, 10 de marzo de 2008

El Documental II


Resumiendo, del salón fuimos al dormitorio. Ella cerró la puerta con sumo cuidado y me dijo que por lo que más quisiera, no armara escandalo. "Una paja y ya esta, ¿vale? Por favor" La miré como si me hubiese hablado en hindú. ¿Donde estaba esa María guarrona que me la habian cambiado? Moví la cabeza negativamente. "Mari, no me jodas y dame las tetas". No parecía decidida pero supongo que mi cara de ir en serio le daba una buena pista de que, cuanto antes empezaramos, antes acabaríamos. Así que se fue desnudando, eso sí, de cintura para arriba. La verdad es que yo estaba bastante mal. Cuando voy ultracachondo soy un animal encadenado. Mi polla ya me dolia de lo dura que se me estaba poniendo por la situación de riesgo y morbo. Ahí fuera el dormilón al cual le iban creciendo los cuernos por momentos y delante mio una hembra que conocía bien pero a la cual no le di ni tiempo a sacarse los sostenes porque de un tirón le alcé las copas y ahí aparecieron dos riquisimas mamas que lancé a devorar y a magrear como si fuese a ordeñarlas. María casi pierde el equilbrio de no ser porque tócó con la espalda la fria pared, cosa que hizo que sus pezones aun se erizaran más hacia fuera. Mamaba con salvajismo y noté ese saborcito tipico que ofrecen unas tetas bien frescas como las de María. Ella no se si intentaba controlar mi "brutalidad" o qué pero no hacia más que removerme el cabello y respirar muy rapido. "Eres un puto mamon" Susurró.

Sin dejar de mamarle las tetas, fui desabrochandole los pantalones aunque ahí notaba ya más resistencia. María no quería eso. "Te la chupo pero follarme no, por favor" Me dijo. No había nada que hacer. No se me podía convencer, no cuando llevo semanas sin catar hembra. Le bajé los pantalones y las bragas y mi dedo anular entró de golpe en su caverna encharcada y mi pulgar a frotarle con fuerza el clítoris de tamaño considerable. María dió un repingo y jugaria que me arañaba la espalda con más mala leche que otra cosa. "Hijo de puta..." decía pero con tono débil y jadeante. O al menos eso me lo pareció porque comencé a comerme su boca. Me dio la sensación de que se arqueaba más de piernas o hacia amago de elevar uno de sus esbeltos muslos para notar más mis dedos en su cuevecita succionante. Al cabo de unos segundos la tenía de espaldas a mí y follandole el coño que hacia mucho que no atravesaba... Estaba tan rico como siempre, si a caso algo más estrecho pero bien jugoso y lubricado. María mantenía las manos, en la pared, sujetadas por las mías mientras le brincaba a empujones hacia arriba. Sus tetitas, con sus salidos y duros pezones, rozaban la fria pared y eso hacia que se le salieran más los pezones. Asi estuvimos unos 10 minutos. A ratos le masajeaba las tetitas y a ratos le mordia la nuca pero siempre bombeandola. Corneandola como un toro. Ella pasaba su mano por mi cabeza y giraba su cara buscando mi boca. "¿Tomas la pildora, no?" Pregunté inquieto. "¿Tu que crees?¿Que quiero que me preñen o que?" Y la verdad es que en un flash me la imaginé apretandose las tetas rellenas de leche y saliendo a fuente nuestro amado nectar. Eso me trempó aun más la polla y ella debió notarlo porque se quejó un poco pero casi al mismo tiempo que parecía costarle respirar porque comenzó a ahogar unos profundos gemidos. La muy mala zorra se estaba corriendo. Parece que a muchas mujeres les gusta ser montadas de pie y por detrás. De hecho la ultima vez habia sido igual y se estaba repitiendo la historia. Yo comencé a llenarle el coño de disparos de abundante lefa drepavariana. Quería inyectarsela toda y por eso le daba aun más brutales empujones hacia arriba. Era rico ver sus tetitas dando botecitos a cada embestida mía. Cuando le eché toda la lefa, me desenganché de ella cual perro de su perra y aun María permaneció unos segundos respirando fuerte y contra la pared, de espaldas a mí. Mi polla tensa y brilante de sus fluidos aun goteaba gotas de mi leche.

María se hizo con lo primero que tuvo a su alcance y fue la blusa para contener la caida de mi leche sobrante de su coño. Los dos nos sentamos en el bordillo de la cama. Y claro... María puso cara de culpabilidad pero tenía el problema de que sus mejillas estaban sonrosadas y eso siempre era señal de que se lo había pasado de puta madre. "Estarás contento" Me soltó asi como primer brote de remordimientos. Comencé a vestirme totalmente borracho de orgullo y poderio de macho. "Nos lo hemos pasado bien y si lo niegas es tu problema". Le solté. "Sí pero yo no quería esto", respondió. "Quiero a Juanjo aunque se te haga cuesta arriba entenderlo" Me acerqué a ella y le di unas palmada suave en las mejillas, solo faltaba haber soltado 50 euros. "Eso pasa por despechar a un predador". Reconozco que María me miró con muy mala leche más que de sorpresa. "Estas como una cabra ¿te lo han dicho alguna vez?"; "No lo recuerdo". Le contesté.

Salimos de la habitación con cuidado, María, por supuesto, con una nueva blusa y sin sosten. Me dirigí a la puerta y antes de salir, le dije "Sabes que una parte de ti me pertenece. Estamos unidos, te guste o no y sabes que nadie sabrá follarte como yo". María me miró con cara de rabia pero tambíén de reconocer, de algún modo, que tenía razón y eso le jodia aún más. Aun así y supongo que por la borrachera de sentirme el más cabron de los machos, le dije algo así que, si me iba proporcionando carne fresca para no recurrir a ella en épocas de falta de caza, que me conformara. Pareció pensarselo o esa sensación me dió a mí.

Al cruzar el salón donde dormía el bendito Juanjo, seguido de María, le pedi que se despidiera de mi parte. Por supuesto, era más un cumplido que nada.

No os lo vais a creer pero al llegar a mi piso, tuve que volver a pajearme pensando en lo ocurrido. Esa sensación de poder sexual, siempre me ha puesto a cien, sobre todo cuando notas que realmente ellas son unas autenticas putas de vocación por mucho que se esfuercen en aparentar decencia.

Despues puse el dvd que había llevado conmigo. Me encantan las peliculas de Jim Carrey. Yo, yo mismo e Irene, es la repanocha, además, estoy pensando hasta en hacer al personaje que interpreta, nuestro Patrón. ¿No recordais la escena de mamarle las tetas a la rubia en plena calle cuando la zorra esta provocando con su bebé? (Ver la foto) Jajaja. Me troncho.

Dejadme pensar...

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