Todo apasionado de las tetas de mujer, tiene obviamente sus preferencias en cuanto a formas, texturas, sabor de piel, etc. de las mamas en cuestión. En esta mi primera ponencia, voy a hablaros de una particularidad especial y concreta a la hora de tener ante nuestros dominios unos buenos pechos: La diferencia entre unos pechos sometidos a temperatura media alta y otros sometidos a temperaturas más bien bajas. Queda claro entonces que no hablamos de los efectos en ellos ante la excitación o la estimulación de los mismos por intervención de segundos.

Aunque parezca sorprendente, las tetas de las siguientes fotografias pertenecen a la misma propietaria pero sujetas a ambas temperaturas ambientales.

Tetas a temperatura media alta:
El aspecto visual depende mucho de cada mujer pero hay unos rasgos carácterísticos en todos ellos que consiste en una dilatación de la aureola que va en aumento dependiendo de la temperatura en los que los pechos se estén desenvolviendo. Normalmente la aureola forma una buena y mancha los pezones aparecen relajados y anchos o, al menos, en su estado de relajación habitual. También presentan una dureza media. La textura de la tetona, depende mucho de la edad de la propietaria. Lógicamente, contra más joven más duros y tersos, a una edad media, los pechos son más flácidos y esta particularidad se acentúa un poco más en esas temperaturas "comodas". Recalco que unos pechos sometidos a temperatura media alta, son más sensibles al tacto y a la lengua.

Otro tema a destacar es el del movimiento natural de unos pechos en ambiente calido. Al estar estos algo más flácidos, aunque repito que depende mucho de la edad de la propietaria. Me baso en pechos comprendidos entre los 18 y los 45 años que son los que mayoritariamente he consumido y puedo opinar con cierto conocimientod e causa, dichos pechos ofrecen un movimiento ante situaciones de inercia, como por ejemplo estando la propietaria de las ubres siendo convenientemente follada y disfrutada, más apreciables. Eso siempre es de agradecer dependiendo del follador que esté en ese momento trabajando a la zorra.

Tetas a temperatura baja:
Partamos de la base de que no es nada habitual encontrar alguna mujer que se sienta cómoda con los pechos ofrecidos en un ambiente de temperatura baja o casi helada. La sensación incluso de sútil dolor en ellos es suficiente para que prefieran taparselos y reguardarlos del frio lo antes posible. Pero analicemos brevemente qué pasa con unos pechos que estan helados:

Visualmente podemos observar un encogimiento de la aureola mamaria que puede reducirse hasta un 40% de su aspecto en temperatura alta o normal. La aureola presenta una apariencia rugosa en la zona que hace pareja con los pezones que, exhiben un claro erizamiento de varios milimetros más que en estado de reposo. La dureza de los mismos aumenta un poco más. El conjunto de la mama en cuestión se densa bastante haciendo que los pechos cojan más carácteristicas de pesadez y dureza. Estan más condensados y como dicen las mujeres con las que he hablado de esta cuestión, "notan sensación de tenerlos prietos". La tersura del piel de la teta, a menudo ofrece el efecto dérmico de "piel de gallina" algo que puede resultar muy excitante para los machos que disfrutan de ellos.

La sensibilidad de los pechos helados es menor que en caso de temperatura "comoda" y eso debemos tenerlo en cuenta ya que es una ventaja: el calor de nuestras bocas, de nuestras manos e incluso nuestras pollas entre ellos, contribuirán a que estos sientan más a medida que son trabajados. Personalmente, he disfrutado de pechos en ambas situaciones de temperatura y puede que me exciten un poco más los pechos que estan sujetos a una temperatura baja pòr lo arriba detallado pero lo importante es tener el placer y el honor de tener unos buenos pechos de mujer prestos a ser disfrutados por nosotros

Sobre el tema de la movilidad mamaria, durante jodiendas o movimientos bruscos, en unos pechos helados, sometido a baja temperatura, podremos apreciar un sutil menor grado de danceo en comparación a los sujetos a temperatura cálida. Sin embargo, esto solo los verdaderos expertos y con amplia experiencia en el trato y la observación de tetas, podran apreciarlo.

Ejercicio recomendado:

En mis sesiones de sometimiento a hembras con buenos pechos, en su fase media, acostumbro a pedirles a todas un ejercicio que además de excitarme, son fuente de salud para ellos al contribuir a su reforzamiento para mantener su firmeza y turgencia atractiva: Deben tener dos pequeños barreños. Uno con agua tivia o un poco caliente y otra con agua helada, preferiblemente con algunos cubitos de hielo. El ejercicio consiste en que vayan hundiendo ambas tetas por intervalos aproximadamente de 30 segundos en cada barreño durante 5 minutos. En caso de que nos gusten los pechos en temperatura ambiente, elevada, el ultimo pase será en el barreño de agua tivia/alta y acto seguido, sin dejar que se sequen tan siquiera, serán mamados con ansia. En caso de que prefiramos los pechos helados, el barreño con agua helada y hielo serán los ultimos en recibir los pechos de la propietaria y de ahí directos a nuestros dominios bucales, manuales o fálicos.

Debo aclarar para terminar esta mi primera ponencia, que las situaciones descritas arribas son casi las mismas que en los pechos lechosos. Solo que a la hora de la salida de la leche, en el caso de los pechos sujetos a temperatura baja, al densarse aún más por ello y unido a la turgencia por acumulación de leche en las glandulas lacteas, las posibilidades de goteo perdida varian ostensiblemente. Para los que deseen una salida de leche más abundante, el ejercicio de los barreños anteriormente explicado puede contribuir mucho a ello.

En definitiva, mis queridos lectores, lo importante es disfrutar siempre de las glandulas mamarias de la zorra que tengamos delante esten calientes o frias. :-)

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