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Creando escuela

jueves, 4 de octubre de 2007

¿Quien dice que ellas no son guarras?

Cuando se habla de pervesiones, de lascividad, fetichismos y cosas similares, el sexo que aparece como autor de esas "predilecciones" siempre es el hombre. El hombre encarna todo lo sucio y obsceno del sexo y las zorras feministas, dan buena cuenta de que este hecho quede bien claro y diferenciado del sexo femenino. Las mujeres, en estos tiempos que corren, parecen más inmaculadas sexualmente que nunca. Reinvindican su derecho a tener ganas de follar tanto como los hombres y los hombres,muchos, son tan poco elegantemente machistas que las catalogan de putas. Mal hecho. Yo defiendo a esas hembras ansiosas por ser taladradas por cualquiera de sus agujeros o locas porque encajen un buen falo entre sus tetas y batirlas duramente hasta que la crema lechosa blanquecina tonifique sus ubres. Y me quito el sombrero ante aquellas que lo dicen sin pudor, sin tapujos. ¡Bravo por ellas!

La obscenidad, la lascividad, la pervesión, puede ser buena o mala dependiendo de quienes sean los implicados y el modo de aplicar dichas "suciedades", pero todo es relativo si entre dos personas, macho y hembra, hay concenso y acuerdo en lo que van a hacer...

Lo que me revienta los cojones, con perdón, es leer cosas como la de esta cabroncilla ex tenista femenina de 29 años, Claire Lyte que se ve que iba cachonda y quería follarse a una chica menor de edad, de 13 años. Además de bollera y pederastra. La mezcla que más me repugna.
A esta cabrona, espero que le caiga un buen palo y acabe siendo jodida brutalmente en cualquiera de esas cárceles americanas de mujeres o...¿por qué no?, con alguna visita de algun presidierio.

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