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Creando escuela

jueves, 21 de agosto de 2008

La toledana lechosa

De los dos días y medio que permanecí en Toledo, os puedo asegurar que fue el lugar donde menos me esperaba que pud¡era presentarseme una ocasión como la que se presentó. Parecía algo predestinado porque, el primer día lo dediqué a visitar los lugares típicos de la población y cierto es decir de paso que no pillé una insolación de puro milagro. Me instalé en un pequeño hostal de justitos servicios ya que desde el primer día que comencé las vacaciones tuve claro que mi presupuesto principal estaba destinado a la subsistencia, la higiene y ocasiones como al final se produjo ahí en Toledo.

Fue, como digo, el segundo día. Repetí el lugar donde comer que era una bodega/restaurante familiar. Comer cocido cuando fuera se estaba a casi 38 grados, era un bonito modo de intentar llevar al límite tu cuerpo pero, qué coño, me apetecía. Para que todo eso bajase, preferí tomarme el café en la barra y esa fue mi suerte. Hacía rato que había visto entrar a una mujer de no más de 30 años con un cochecito. Bestía pantalones cortos negros y una camiseta de tirantes fucsia bastante ceñida. Cabello ondulado moreno y largo hasta algo más abajo de los hombros pero poco más. Llevaba rato hablando con la que suponía era la esposa del dueño de la bodega/restaurante, Mientras me tomaba el postre en la mesa, no había parado de observarla. Un muy generoso calibre mamario era lo que, lógicamente, me había llamado más la atención. La talla 95 estaba garantizada y al ser una mujer de baja estatura y más bien delgada, la curva mamaria se le acentuaba bastante. Desde la distancia en la que estaba, ni podía oir lo que hablaban pero a juzgar por los rostros más bien de circunstancias de ambas mujeres, era evidente que no se estaban contando alegrias. Creo que nunca me había comido un postre tan rápido en mi vida pero quería saber un poco más qué ocurria con esa atrayente hembra. Además, la presencia de un cochecito, me había puesto definitivamente en alerta. Mi instinto de Vampiro Blanco, me decía que debía, al menos, acercarme y prestar más atención cual cazador vigilando a su presa.

Así lo hice y pedi al mozo que me sirviera el café en la barra. Logre situarme a algo más de un metro de las dos mujeres pero con el barullo solo pillaba frases sueltas y debía intentar leerles los labios un poco. La cosa parecía seria. Parecía que la mujer tenía serios problemas de dinero. Hablaba de la perdida de trabajo de su marido y que se veían con los tres crios y sin ayuda. Creí entender que estaban a punto de cortarles el agua si no tapaban el agujero de unos recibos. Ella trabajaba de limpieza en casas particulares pero que la crisis hacia que algunas de las casas empezaran a prescindir de sus servicios.

Para la supervivencia de un Vampiro Blanco es casi imprescindible carecer de sentimientos como la misericordia o compasión. Eso te hace débil y ser débil conlleva a poder ser exterminado. Pero reconozco que la chica me daba cierta lástima y supongo que verla con los ojos enrojecidos y aguantando las lágrimas, no era fácil mantener ese principio del que hablo. Decidí mirar de nuevo la zona mamaria y la verdad es que la boca se me hacia agua. Hice un nuevo pequeño análisis visual y mire todo lo que me permitía la posicion el interior del cochecito. Parecía una bebé de no más de dos meses. Un recien nacido casi. La cosa ya solo presentaba una duda: ¿crianza por leche materna o por leche artificial? Dificil saberlo asi sin más datos.

Me fijé que la mujer del dueño del negocio salia de la barra y se ponía a la altura de la chica y le daba algo disimuladamente en la mano. Ella lo rechazaba y la mujer le decía que "lo hiciera por la nena"

Estaba claro. Lo que yo os he dicho más de una vez: La crisis economica traerá la marea de ocasiones como esta.

Me tomé el café y pagué. Salí pero me situé en la plaza cercana a la bodega, en zona de sombra, para no perder el conocimiento con la brutal calor que lo asaba todo. Tuve que esperar una media hora más y entonces la vi salir. Tenía que reaccionar rápido y sobre todo tener sangre fria y lo que menos tenía era eso dada la asadura ambiental y también sexual. Esas tetonas tenían que acabar en mi boca como fuese. El problema inmediato era ¿como entrarle? Al instante, lo supe. Me hice con el mapa de la zona y con la excusa de preguntarle sobre un lugar de visita turistica, la aborde educadamente. No parecía comoda y supongo que podía influir el hecho de que me había reconodido de antes, en el interior.

ELLA- ¿Tú estabas hace un rato en el (nombre del sitio) no?
YO- Sí.
ELLA- ¿Eres el catalán rarito?.

Me quede de una pieza y le pregunté eso de lo de rarito. Ella se rió y fue agradable aunque fuera a mi costa verla asi con la cara de poema que había visto antes.

ELLA- Sí hombre porque me ha dicho (Nombre de la dueña) que para ser catalán dejabas buenas propinas y como tenéis fama de agarrados.

Sonreí como parte de mi actuación aunque me jodio un poco el tópico habitual que tenemos los catalanes en estas cuestiones. Le dije que todo eso eran leyendas urbanas. Que lo que pasaba es que valorabamos mucho el esfuerzo del trabajo y sus consiguientes beneficios económicos.

Me aclaró como ir al lugar que "buscaba" y entonces, lo puse todo en el asador. Le dije que no había podido evitar escuchar parte de la charla en la barra y su cara cambio. Parecía incomoda cuincidió con que la niña comenzó a quejarse. Ella se puso delante del cochecito y le dio el biberón de agua.

ELLA- Se me va a deshidratar la cria si sigo aquí.

Y entonces la adrenalina explotó en mi interior. Me aseguré que al menos a menos de unos 3 o 5 metros no había nadie cerca de nosotros y solté la bomba pero me provocó mas morbo su respuesta, como si ya supiera lo que iba a preguntarle. Como si estuviera lista para una respuesta asi o similar por la dirección que podía tomar, fuera algo que estaba dispuesta a afrontar.

YO- ¿La crias tú con el pecho?
ELLA - Sí. (sin dejar de estar dandole el biberón de agua y semi agachada)
YO- Puedo darte 25 euros.

La polla me comenzó a dar brincos en el interior de mis pantalones cortos y eso en la zona que estabamos era de lo más comprometido. Ella se elevó despues de retirarle el biberón a la niña y me miró a intervalos. Con actitud de estar como diciendose "Dios mio, que me vea yo en esta situación"

ELLA- ¿25 para que? Si lo que quieres es lo que me imagino, ya lo puedes olvidar o aviso a la policia aquí mismo.

Pero sabía que era un farol. Ella era la menos interesada en que se montara un jaleo porque ahí en aquella barriada, se conocen casi todos.

YO- ¿Y que crees que quiero?
ELLA- Darme caña, supongo ¿no?
YO- No. Sólo quiero tu leche por un rato.

Se rió por un par de segundos. Me miró incredula.

ELLA-¿Como que mi leche? ¿Mi leche, mi leche? ¿Leche de mis tetas?

La cosa parecía surrealista, la verdad pero a mí me estaba provocando un tremendo morbo, tanto por el lugar donde estabamos, por lo que tenía delante y por lo que parecía un chiste, al menos para ella.

ELLA - Pero tú, tú estas muy mal de la cabeza, ¿no?
YO - Depende como lo enfoques. Hay muchos con la misma fantasia.
ELLA - Ya, claro, claro... todos unos enfermos como tú. Perdona, pero no.

Lo vi todo perdido en cuanto vi que hacia ademan de coger los mangos del cochecito y dejarme ahí plantado. Debía reaccionar rápido.

YO - 40 euros.

Se detuvo. Apoyó sus antebrazos en los mangos del cochecito y se pasó la mano por la cara. Dijo que eso no podía estar pasando. Que era alucinante.

ELLA - Vamos a ver si lo entiendo. ¿Quieres leche de mis tetas y te la bebes y ya esta?
YO - Sí.
ELLA - Vale, tu me pagas, me esperas aquí yo voy a casa, me saco un poco y te la traigo en un vaso. ¿Te parece bien?.

Podía ser un loco, un enfermo, pero creí necesario dejarle claro que no era gilipollas. Por eso mi contundente respuesta.

YO - No. Quedamos donde tu quieras, ordeño y me amorro a tus tetas y succiono tus pechos durante un rato para sacarte y beberme la leche que desee y ya esta.

ELLA - ¡Sí hombre! ¿Y qué más?
YO - Nada más.
ELLA - Esto es increible, vamos.
YO (Sacando a relucir completamente a Lactferatu) Sí pero tú necesitas dinero y yo puedo ayudarte si tú me ayudas a mí. Creo que es una propuesta justa y sin compromiso. Yo no quiero lios y tú tampoco ¿no?

Recuerdo que no dejaba de mirarme con incredulidad. Debió pensar que eso era camara oculta o algo asi. Al final, en unos segundos que parecían minutos, bajo la mirada y dijo algo.

ELLA - 60
YO - 50
ELLA - 70 o nada.
YO - De acuerdo.

Sabía que eso ya una subasta por sus tetas y a cada negativa mía aumentaría para salir ganando siempre: o mi desestimación del acuerdo economico o al menos llevarse una cantidad que le cubría alguna otra emergencia puntual que le apremiaba.

Me hizo seguirla pero a distancia. Unos 5 metros. Nadie debía vernos juntos. Las cotillas estaban al acecho y no hacian vacaciones. "Sí mi marido supiera algo, a ti te da una paliza pero a mí me mata, ¿entiendes?"

Ví que se acercaba a unas señoras que estaban a la sombra tomando el fresco, por decirlo asi y hablaba con ellas. Yo mantuve aun más distancia e hice ver que buscaba algo en mi mochila. Intentando en todo momento que todo pareciera casual. Al cabo de unos minutos que se me hicieron enternos y sobre todo acojonantes porque llegué a pensar que la lactante estaba diciendo algo sobre mí, vi que dejaba el cochecito y se despedía con una sonrisa y seguía el paso. Deje que se adelantara unos metros más y entonces seguí el camino y mirando disimuladamente el mapa que tenía entre manos. Como el que busca algo.

Llegamos a lo que parecía un portal antiguo, bastante. Puertas de madera bastante machacadas y que parecía daban paso a un especie de almacen. Abrió y entró. Al llegar yo a la puerta, vi que no estaba cerrada. Hice una ojeada alrededor y hacia arriba y no había aparentemente ojos indiscretos. No me lo pensé dos veces y entre.

Olor a cerrado y sí, parecía los restos de lo que había sido un taller de cerámicas o algo asi. No pregunté. Ella cerro y abrió una luz de bombilla pelada.

Ahí la tenía... su mano extendida.

ELLA - Págame y pobre de ti que te pases de listo porque no sales vivo del barrio. Te denuncio por violación si hace falta.
YO - No será necesario nada de eso. Solo quiero tus pechos.
ELLA - Ya y lo que producen dentro, ¿no?

Asentí. Le ofrecí el dinero pactado y ella lo guardó en su bolso. Volvió a situarse delante de mí y no parecía reaccionar. Con una mirada de permiso, me acerqué a ella y comencé a posar mis manos en sus pechos... Me cago en la puta, chicos... parecían globos. Los amase un rato sin apretar demasiado y noté que estaban realmente inflamados. Le hice preguntas que todo buen Vampiro Blanco debería hacer en situaciones parecidas.

YO - ¿Cuanto hace que le has dado la ultima toma a tu hija?
ELLA - No hará más de hora y media.
YO - ¿Cada cuanto le das normalmente?
ELLA - Cuando me pide, pero normalmente... cada dos horas y media o tres me llora por hambre.

Seguía amasando sus tetas por encima de la camiseta y le dije que se la sacara. Así lo hizo y vi sus sostenes de maternidad. De esos que se descorchan de la zona de las copas. Aun así le pedi que fuera sostenes completamente. Se tomo su tiempo. Al fin salieron sus mamas a la vista y vi como se caia al suelo una almohadillita recoje leche para las perdidas. "Llevo más en el bolso" dijo como despreocupada. Sus tetas eran realmente hermosas, amigos mios. Con estrias y blanquitas. Contraste cachondo entre marcas de bikini y bronceado. No hacia top less. Pezones y aureolas marrones claro y uno diametro de pezon como el pulgar de mi dedo. Me empezó a salir un poco el lado depredador y sin darme cuenta, con ambos pechos cogidos como garras, la fui apoyando contra la pared y apreté varias veces sus mamas ritmicamente. Chorros timidos al principio pero luego con potencia, salieron directos a mi pecho y cara. Abrí la boca y los recibía como fuentes. Mi polla ya brincaba dentro del pantalon... De buena ganas me los hubiesa sacado ahí mismo pero el pacto era el pacto. Con la espalda de ella bien aplastada a la vieja pared, me amorre salvajemente a sus mamas. Ella se quejó. Me decía "cuidado, cuidado, animal" o que "acuerdate que no solo eres tú quien los necesita, hijo de..." Traté de calmarme y me dediqué a dar profundas y largas succiones. Me entraba todo lo que me daba la fuerza de la succión a mi boca. Una leche tibia, dulce y deliciosa. Hacia meses que no mamaba leche materna y ahí estaba. La esencia del acto de un Vampiro Blanco sobre el tipo de presa preferida en sus cacerías. Su razón primaria de exisitir sobre la faz de la Tierra.

La mamella derecha parecía más cargada que la izquierda a juzgar por las succiones y como me llenaba la boca. Lamí sus tetas casi enteramente, las mamaba, las apretaba, las ordeñaba... las disfrutaba, amigos mios. No era gratis pero valía la pena. Eran unas tetas de mi agrado y bien turgentes. Noté que ella respiraba algo más aceleradamente o igual eran imaginaciones mías. Es algo que nunca sabré. No recuerdo bien el tiempo pero sí como me dijo "bueno ya esta bien, eh" mientras me daba toques leves en mi cabeza. Preferí ser comedido aunque de buena gana le hubiese follado la boca, más que nada por davolverle parate de la leche, através de mi propia cosecha. Pero el pacto era el pacto. Solté de golpe sus tetas para ver el movimiento de caida y temblor. Estaban brillantes de mi saliva y de la leche que aun seguía goteando.

ELLA - A ver como coño paro esto yo ahora...

Y cogió el bolso donde llevaba unos pañuelos de papel que se puso momentáneamente en los pezones. Mientras, se preparó los sostenes de nuevo y sustituyo los pañuelos por un par de almohadillas recoje leche. Acto seguido se puso los sostenes de nuevo y dejé de ver semejantes volumenes lecheros...

Me dijo que me fuese yo primero y que ella tardaría unos minutos antes de salir. Preferí hacerle caso y me despedí de ella, no sin antes darle una tarjeta de reclutación. Me miró perpleja pero no dijo nada. Ví que se la ponía en el bolso.

Salí con el sabor de la rica leche materna toledana en mi boca y me relamí varias veces. Al llegar a mi habitación del hostal, tuve que calmarme con unas 3 pajas donde me la imaginé reventada y sometida a la furia blancovampirica. Pero los pactos estan para ser respetados y al fin y al cabo, me había aprovechado de una situación familiar dificil economicamente.

La culpa no es de los Vampiros Blancos, sino de tantas y tantas mujeres lactantes que nos privan del placer de darnos de mamar por el tabú y la doble moral.

Bueno supongo que después de tanta letra, un video de leche y sexo siempre es bien recibido, ¿verdad?:




He comprobado que el video se ve a trompicones asi que os cuelgo el enlace que os llevaría directamente al video en la página original y asi podréis ver mejor el bamboleo mamario de la lactante... Lástima que el follador no le saque partido a la hembra. ¿Cuantos lactofilicos no hemos soñado con joder asi a una mujer lactante?

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