TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons
Imagen

Creando escuela

domingo, 20 de diciembre de 2009

Campeones del Mundo, euforia y ¿leche argentina?


Tengo el estomago como una centrifugadora a pesar de incharme a Eno en lo que llevo de domingo. Y es que ayer sábado fue una noche mítica y absolutamente apoteosica. Primero porque el club de mis amores, el Barça, conquistó por primera vez la Copa del Mundo de Clubs de futbol y con éste titulo ha entrado en la historia de este deporte al ser el primer club que en una sola temporada gana todos los campeonatos en los que ha participado. 6 de 6. Hexacampeones con todo merecimiento y con la admiración de todo aquél que ame el futbol y sepa reconocer lo que éste equipo ha logrado.

Se tardará muchísimo tiempo en que esto pueda volver a ser repetido por otro club en el mundo. Sucederá, claro que sucederá pero no creo que ninguno de los que ahora estamos leyendo estas líneas, lo volvamos a ver.

También fue una noche alucinante porque el partido fui a verlo con unos amigos a un local de copas habitual que frecuentamos y donde tienen una enorme pantalla para este tipo de encuentros. Le tuvimos que dar fuerte a las birras para aguantar la tensión de ver como el partido y el titulo se nos escapaba por momentos con el gol del Estudiantes LP y la verdad es que me puse hecho una furia pensando por un momento que, por un solo campeonato, despues de lo conquistado por mi club, al final no fuera así. Entonces, en medio de las tapas, las birras y los gritos de los presentes, alguien me llamó la atención. Era uno de mis colegas, puede que de los pocos que saben de mi afición por beber leche materna. Junto a Viciosenos y mi colega que tuvo el accidente, Vampiros Blancos, éste otro colega, sabía que en mi estado de semi borrachera, era capaz de todo. Por eso me soltó, repito, conocedor de mi pecado capital, que entre el grupo de argentinos que habían en un lado apartado del local, con hombres y mujeres, llamaba la atención una zorra de potente pectoral. Solo por mi obsesion por el partido y los grados que iban acumulandose en mi sangre, pueden explicar que no hubiese atinado en verla. Pero cuando comencé a fijarme, me di cuenta de lo apetitosa que estaba: morena, cabellos hasta cerca de la cintura y un tetamen abundante. Lo que me ponía frenetico es verla dando saltos cuando había algun contragolpe de los jugadores argentinos. Mi amigo me dijo que me lanzara, que la conocía de hacia algun tiempo por el barrio y que sabía que hacia pocas semanas había tenido un hijo con un español. Lo miré con cara de alucinar y le pregunté si por casualidad quería que aquello acabara con una paliza para mí. Entonces, me dijo que no. Que por lo que había oido, la chavala se había separado del padre de la criatura por cosas de cuernos y que tenía vía libre para, al menos, entablar charla. No lo ví claro y de entrada pasé de todo porque quería ver el resto de la primera parte sin recibir alguna bofetada o peor aún, una paliza.

La primera parte terminó y entonces ella se acercó a la barra para pedir otra birra. No se ni como fue pero en un momento me planté a su lado pidiendo otra birra más (la tercera en 45 minutos) nos miramos y ella me sonrió. Me guiño el ojo y me soltó con el peculiar acento, "Dios es argentino" Le devolví la sonrisa y le respondí que de eso nada, que era catalán y que si quería me apostaba lo que quisiera que ganaba mi equipo. Ella se echó a reir y me dijo que no bebiera más. Que "hoy habría milagro para los suyos" Le pregunté si era del Estudiantes LP y me dijo que era argentina en España y que eso bastaba. Me lo tomé como un desprecio a mi tierra (equivocadamente o no) y le respondí que me apostaba 100 euros a que vencía el Barça al final. Ella me miró y me dijo que no tenía plata. Le dije que entonces, podriamos llegar a un acuerdo. Fue el momento más tenso y sabía que estaba a nada de poder acabar fuera recibiendo patadas de sus colegas pero ellos estaban lejos y bastante desentendidos de nuestra charla. Ella me miró de nuevo y me dijo que "cuidado con lo que decia" Y entonces le dije que no haría nada que ella no aceptara previamente. Que ante todo era un caballero (con tanto tiempo sin amorrarme a unos pechos posiblemente lechosos, de caballero ya no tenía nada, la verdad, pero era una frase hecha) Eso la calmó y no se si porque también estaba cargadita de grados o porque igual se pensaba que solo bromeaba, me dió la mano y lo entendí como un compromiso. Ese acto adornado con una sonrisa, nos presentó y volvimos a nuestros sitios. La segunda parte estaba ya a punto de comenzar.

Durante la misma, me fije un poco más en ella y la vi más activa si cabe que antes. Un interés añadido a querer que sus compatriotas ganasen. Al fin y al cabo... eran 100 euros pero lo que no sabía es que solo llevaba 30 en el bolsillo. Asi que la cosa pintaba fea.

Los que visteis el partido, ya lo sabeis. Un drama y lo vi todo jodido. Les pregunté a mis colegas si me podian hacer un prestamo y me pusieron una cara primero de incredulidad y luego de enfado casi sincero con un "tú estas mal ¿eh? como se te ocurre?" Despues me mandaron directamente a tomar por culo. Mi colega, el que me había puesto en alerta, me dijo se me había ido la cabeza apostando tal como estaba la cosa y en este momento un grito ensordecedor y todos en pie menos yo por decimas de segundo. Pedro El Grande, había acabado de empatar en el minito 88 del partido. Confieso que me olvidé totalmente de la apuesta, he incluso de poder tener una milagrosa ocasion de mamar unas tetas llenas de leche. Para mí aquél gol era la apoteosis absoluta. Cuando me calmé mire al grupo de argentinos y especialmente a la "mami" que no me miró ni un momento. Diria que casi le daba angustia hacerlo.

Llegamos a la prorroga y aquello si que era a prueba de infartos. Encaré mi quinta birra y la vejiga amenazaba con explosionar dentro de mí pero no me atrevía a ir al wc y perderme un desenlace del partido. Como a veces me ocurre, la contención me provoca semi erecciones y el pantalon comenzó a hacerseme estrecho a la altura de la bragueta.

En el local hubo momentos de mal rollo cuando se comenzó a decir que los argetinos iban descarados a la prorroga y que el árbitro habia favorecido descaradamente al Estudiantes LP pero entonces llegó el gol de Messi (este sí que es Dios) y fue tal el estruendo y la alegria que estalló en el sector blaugrana del local que me quedé con un pitido en los oidos un buen rato. La garganta desquebrajada de los gritos y con una llorera impresionante. Entonces sí, si que miré hacia el lado del grupo de argentinos donde estaba la que se suponía estaba a punto de perder la apuesta. Miró fugazmente varias veces en mi dirección e hizo una mueca de sonrisa al mismo tiempo que con una mano y su dedo indice me decía claramente "no, no, no" Algo así como "ya te puedes olvidar".

Al acabar el partido, confieso que la cagué completamente pero preferí ver como se entregaba el trofeo, como Pep Guardiola lloraba y cuando me quise dar cuenta... la morenaza de las presuntas mamas lechosas, había desaparecido junto al resto del grupo. Entonces me pregunté si debía sentirme avergonzado por haber ante puesto una pasión tan "global" como el futbol a una necesidad casi metabolica que me tiene al borde de la acción depredadora. Mi colega, el que había levantado la liebre del asunto, me miró algo sorprendido pero al menos me tranquilizo algo:

- Tranquilo que no es raro verla por aquí algunas tardes.

Solo podía hacer una cosa: celebrar el triunfo histórico y nos fuimos a la Font de Canaletas, punto neurálgico del barcelonismo en la ciudad y de ahí a la locura.

De todos modos ¿Alguno puede decirme que tal es la leche materna argentina?

3 comentarios:

  1. pues por lo visto es altamente nutritiva, siendo la que alimentó a messi es sus primeros meses de vida... es como para creer que puede hacer milagros.

    algo más, como argentino y catalán adoptivo que soy me siento en la obligación de avisarte algo: las argentinas JAMÁS cumplen sus promesas. así que muchísimo menos una apuesta perdida, claro. solo que para lo sepas.

    ResponderEliminar
  2. Hola, pues tomo nota de tu observación con respecto a las argentinas y su falta de cumplimiento de la palabara. Ahí queda eso y ai alguna quiere desmentirlo, aquí puede hacerlo. De todos modos, cabezon que es uno, sigo con el objetivo fijado de volver a coincidir con la mami del día del partido. De momento ayer volví a acudir por la tarde al local pero sin suerte. ¿Algun consejo más para "entrarle" a la argentina lechosa?

    ResponderEliminar
  3. si, dile que en tu casa tienes dulce de batata (se compra en el carrefour), la nostalgia pega, hasta tu casa llega seguro. el resto dependerá de la negociación que corresponda, que con las argentinas nunca es del todo sencilla.

    ResponderEliminar

Hembras, tetas, lo mejor

¿Naturales o de silicona?

Leche en el taxi